Muchas de las entradas de este blog, las ideas así como la mayoría de las sus líneas, han sido concebidas en mis insomnes madrugadas. Ha sido una constante a lo largo de estos escritos frases como, noches eternas, o madrugadas sin fin, el día de hoy no es una excepción. Estás interminables noches, bañadas de largos pretéritos que con la récia rigidez del roble se resisten a ser olvidados; se perpetúan y adquieren vida una y otra vez. En medio de estos recuentos siempre hay una constante: el silencio, éste que no existe, pero tiene presencia, que es vacío y carente de sustancia, pero que nos acompaña y sabemos que está allí.
El silencio puede ser nuestro, o puede venir del mundo. En el primer caso es una verdadera bendición, tan escaso y valioso como la sapiencia misma, un regalo de nuestra mente. El mismo Pitágoras lo denominó como "la primera piedra del templo de la filosofía". El segundo, como en todos los casos que provienen del exterior, no depende en absoluto de nosotros y alberga una frase que no existe o que ni siquiera el viento quizo llevar a algún oido.
El silencio es la más fría lápida, cubre el lugar donde descansan eternamente los restos mortales de las esperanzas, donde se deshacen y se convierten en polvo los sueños. No hay silencios cálidos, todos son tan gélidos como la más larga y oscura noche de invierno, pues en ellos siempre se esconde la muerte, la muerte de una verdad que no será pronunciada.
Dicen que quien miente es un asesino, pues asesina a la verdad, aquel regalo que nos han dado los dioses y que hemos decidido rechazar como si se tratara de una insignificante pavesa flotando en el viento. El silencio hace lo mismo, no asesina la verdad, pero su efecto es igual. La mantiene cautiva con la mordaza del miedo, con las cadenas del odio, con los lazos de la ignorancia.
Cuántas oportunidades hemos preguntado a los cielos, a los infiernos, al viento, al día, a la noche, al mundo que gira sobre sí mismo, sin obtener ni la más peregrina respuesta. Ni un vestigio ténue que pueda traer el viento de un mensaje en algún paraje dentro o fuera de esta realidad.
Qué tan grave ofensa hemos cometido, qué horrible acto hemos encarnado para hacernos merecedores del juicio y el castigo que representa, para privarnos con la sin igual luz de la verdad y del conociento pleno?. Por qué los dioses nos han dotado de tan temible arma, que lastima profundamente como el filo de la espada o el ardiente fierro?. Por qué algunos se sumen en el silencio y la resignación ante la crueldad de los avatares del destino?
En esta oportunidad, sencillamente no lo sé... tal vez alguien tenga la respuesta y me la pueda dar, a menos que como siempre, decida guardar silencio.
Para terminar dejo una excelente frase de Santa Catalina de Siena:
"¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido! "
...y mucho, diría yo.
Bueno, como siempre algo de buena música. En esta entrada algo particular quiero traer algo de una artista que me gusta mucho. Se trata de Emma Shapplin, una mujer dotada con una voz sin igual, que trasmite una infinidad de emociones en su música, por una extraña coincidencia, el día de hoy lanza su nuevo álbum luego de muchos años de ausencia, el cual por unos cortos en su sitio oficial promete ser tan bueno como sus previos trabajos. La canción lleva por nombre "The Inferno", la verdad la conozco hace ya muchos años, pero apenas ahora que la escuché con detenimiento y estudié un poco su contenido, he descubierto que se trata de algunos fragmentos del canto IX dedicado al infierno en "La Divina Comedia", ya en una entrada anterior toqué algo de este maravilloso texto. La canción usa el texto original del libro, en una versión antigua de italiano. Un gusto para los oidos.
El infierno
« ¿En este fondo de la triste hoya
bajó algún otro, desde el purgatorio
donde es pena la falta de esperanza?»
"...observad la doctrina que se esconde
bajo el velo de versos enigmáticos..."
« ¿En este fondo de la triste hoya
bajó algún otro, desde el purgatorio
donde es pena la falta de esperanza?».
"Aquel es el más bajo, el más sombrío,
y el lugar de los cielos más lejano;
bien sé el camino, puedes ir sin miedo"
"...observad la doctrina que se esconde
bajo el velo de versos enigmáticos..."
Pdta: Estos post salen como notas en el facebook, el post original se encuentra aquí
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