No tenía pensado hacer algún comentario en el blog durante estos días, sin embargo tomaré un poco de tiempo para escribir sobre una idea que he retomado y sobre la cual he venido pensando últimamente.
En los últimos días me he encontrado con un libro excelente, de otro autor dentro de lo que podría llamar "maestros de la desesperanza", ya en un post anterior he usado una idea de otro miembro de este selecto grupo de pensadores, el señor F. Nietszche. En este caso se trata de un libro llamado "El amor, las mujeres y la muerte" de Arthur Schopenhauer, filósofo alemán del siglo XVII. De allí he extraído un par de párrafos bastante dicientes que me gustaría compartir.
Hay personas que se pasan la vida detrás de un ideal de paraíso e infierno, nada tengo en contra de esta idea, el problema viene en el lugar que escogen para buscar tales conceptos. Como mencioné en un post anterior, nuestras influencias religiosas nos han acorralado frente a una realidad en donde los paraísos y los infiernos existen, pero en vista de la pobreza de sus ideas basadas en el dogma incontrovertible, la salida más fácil que pudieron encontrar fue más allá de este mundo, sobra decir que se cuenta con la ventaja que nadie puede afirmar o contradecir tal idea.
En cierta oportunidad me hice la pregunta sobre el por qué decidieron ubicar el lugar de felicidad y/o tormento eterno allí? Pues bien, diría que dado que su mensaje está fundamentado en la promesa de felicidad, y puesto que es realmente imposible lograr semejante objetivo dentro de este estadio existencial, con un sistema de prácticas e ideas tan deficiente, la única forma de mantener semejante promesa es sencillamente postergarla a otro tiempo, otro espacio, otra "vida".
Schpenhauer usa la descripción del infierno proporcionada por Dante en su "Divina comedia" para expresar esta idea:
"...¿Dónde hubiera ido Dante a buscar el modelo y el asunto de su Infierno sino en nuestro mundo real? Por eso nos ha pintado un gran infierno de verdad. Por el contrario, cuando trató de describir el cielo y sus goces, tropezaba con una dificultad insuperable, precisamente porque nuestro mundo no ofrece nada análogo..."
Para quien tenga presente la "Divina comedia", podrá recordar la forma como todos los espacios y situaciones descritos por Dante, están asociados con lugares reales, pasajes bíblicos y demás.
La idea de Shopenhauer no puede ser más clara, una realidad ineludible para todos nosotros, el cielo y el infierno están aquí, ahora, yo diría dentro de nosotros. Peor aún, su intensidad varía en cada uno, es decir, cada cual se hace su propio infierno a su justa medida. Hay personas cuyo infierno puede ser terriblemente grande, alimentado por sus antiguas taras, obsesiones, complejos, apegos y sobre todo miedo, ese interminable combustible del sufrimiento humano. Del mismo modo, es posible vivir en medio de la compasión y el no apego; aunque desafortunadamente no conozco a la primer persona cuya vida tenga más de cielo que de infierno. No puedo afirmar que existan o no aquellos prometidos si nos portamos o no según algún dogma preestablecido, pero en el que se vive a diario definitivamente sí que lo hago.
El hecho de la existencia del sufrimiento es una idea bastante recurrente en los filósofos de todos los tiempos y sociedades, ya lo dijo el Buda en su famoso discurso de las 4 nobles verdades:
"Existen el sufrimiento y el dolor. El nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte son dolorosos."
No está expresado como un concepto en el futuro, en el más allá, sencillamente está aquí, en la vida, en el nacimiento, a lo largo de la vida, que no es más que otro nombre para el proceso de muerte. Por supuesto el significado de esta frase va mucho más lejos, porque el núcleo de la doctrina budista se encuentra en la cesación del ciclo vida-muerte, una idea que no trataré aquí.
En general nos pasamos la vida buscando la felicidad, pero irónicamente hacemos todo para evitar que ello suceda, en algunos casos de forma inconsciente, un acto verdaderamente torpe pero involuntario; triste aquel en donde se hace de forma consciente, yendo en contra del impulso lógico o natural, simplemente entregándose a la "suerte", a los avatares de la vida, renunciando a la posibilidad de luchar por algo. Incrementamos nuestra idea individualista, nos apegamos a nuestros objetos de deseo con férrea obsesión en una búsqueda interminable de placer, sin lugar a dudas a lo único que conducirá todo esto es a incrementar la sensación de sufrimiento y a terminar hechos trizas contra nuestra propia realidad.
Para finalizar, dejo una frase del mencionado libro de Schopenhauer, la cual resume a la perfección el concepto de vida, a mi juicio es el punto cúspide dentro de todo el desarrollo hecho por Schpenhauer en su texto:
"...La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido..."
Lo cual me lleva de nuevo a la pregunta central de mi dicotomía en un anterior post, por qué insistir en librar una batalla que desde el comienzo sabemos que está perdida? .
Como siempre, me gustaría que alguien me diera su opinión al respecto.
Pdta: Estos post salen como notas en el facebook, el post original se encuentra aquí.
En cuanto a una canción para hoy, les traigo una llamada "Déjate caer" interpretada por la banda chilena "Los Tres", un tema bastante particular aunque en lo personal siempre me ha gustado mucho. Espero lo disfruten.
Déjate Caer - Los Tres
En los últimos días me he encontrado con un libro excelente, de otro autor dentro de lo que podría llamar "maestros de la desesperanza", ya en un post anterior he usado una idea de otro miembro de este selecto grupo de pensadores, el señor F. Nietszche. En este caso se trata de un libro llamado "El amor, las mujeres y la muerte" de Arthur Schopenhauer, filósofo alemán del siglo XVII. De allí he extraído un par de párrafos bastante dicientes que me gustaría compartir.
Hay personas que se pasan la vida detrás de un ideal de paraíso e infierno, nada tengo en contra de esta idea, el problema viene en el lugar que escogen para buscar tales conceptos. Como mencioné en un post anterior, nuestras influencias religiosas nos han acorralado frente a una realidad en donde los paraísos y los infiernos existen, pero en vista de la pobreza de sus ideas basadas en el dogma incontrovertible, la salida más fácil que pudieron encontrar fue más allá de este mundo, sobra decir que se cuenta con la ventaja que nadie puede afirmar o contradecir tal idea.
En cierta oportunidad me hice la pregunta sobre el por qué decidieron ubicar el lugar de felicidad y/o tormento eterno allí? Pues bien, diría que dado que su mensaje está fundamentado en la promesa de felicidad, y puesto que es realmente imposible lograr semejante objetivo dentro de este estadio existencial, con un sistema de prácticas e ideas tan deficiente, la única forma de mantener semejante promesa es sencillamente postergarla a otro tiempo, otro espacio, otra "vida".
Schpenhauer usa la descripción del infierno proporcionada por Dante en su "Divina comedia" para expresar esta idea:
"...¿Dónde hubiera ido Dante a buscar el modelo y el asunto de su Infierno sino en nuestro mundo real? Por eso nos ha pintado un gran infierno de verdad. Por el contrario, cuando trató de describir el cielo y sus goces, tropezaba con una dificultad insuperable, precisamente porque nuestro mundo no ofrece nada análogo..."
Para quien tenga presente la "Divina comedia", podrá recordar la forma como todos los espacios y situaciones descritos por Dante, están asociados con lugares reales, pasajes bíblicos y demás.
La idea de Shopenhauer no puede ser más clara, una realidad ineludible para todos nosotros, el cielo y el infierno están aquí, ahora, yo diría dentro de nosotros. Peor aún, su intensidad varía en cada uno, es decir, cada cual se hace su propio infierno a su justa medida. Hay personas cuyo infierno puede ser terriblemente grande, alimentado por sus antiguas taras, obsesiones, complejos, apegos y sobre todo miedo, ese interminable combustible del sufrimiento humano. Del mismo modo, es posible vivir en medio de la compasión y el no apego; aunque desafortunadamente no conozco a la primer persona cuya vida tenga más de cielo que de infierno. No puedo afirmar que existan o no aquellos prometidos si nos portamos o no según algún dogma preestablecido, pero en el que se vive a diario definitivamente sí que lo hago.
El hecho de la existencia del sufrimiento es una idea bastante recurrente en los filósofos de todos los tiempos y sociedades, ya lo dijo el Buda en su famoso discurso de las 4 nobles verdades:
"Existen el sufrimiento y el dolor. El nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte son dolorosos."
No está expresado como un concepto en el futuro, en el más allá, sencillamente está aquí, en la vida, en el nacimiento, a lo largo de la vida, que no es más que otro nombre para el proceso de muerte. Por supuesto el significado de esta frase va mucho más lejos, porque el núcleo de la doctrina budista se encuentra en la cesación del ciclo vida-muerte, una idea que no trataré aquí.
En general nos pasamos la vida buscando la felicidad, pero irónicamente hacemos todo para evitar que ello suceda, en algunos casos de forma inconsciente, un acto verdaderamente torpe pero involuntario; triste aquel en donde se hace de forma consciente, yendo en contra del impulso lógico o natural, simplemente entregándose a la "suerte", a los avatares de la vida, renunciando a la posibilidad de luchar por algo. Incrementamos nuestra idea individualista, nos apegamos a nuestros objetos de deseo con férrea obsesión en una búsqueda interminable de placer, sin lugar a dudas a lo único que conducirá todo esto es a incrementar la sensación de sufrimiento y a terminar hechos trizas contra nuestra propia realidad.
Para finalizar, dejo una frase del mencionado libro de Schopenhauer, la cual resume a la perfección el concepto de vida, a mi juicio es el punto cúspide dentro de todo el desarrollo hecho por Schpenhauer en su texto:
"...La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido..."
Lo cual me lleva de nuevo a la pregunta central de mi dicotomía en un anterior post, por qué insistir en librar una batalla que desde el comienzo sabemos que está perdida? .
Como siempre, me gustaría que alguien me diera su opinión al respecto.
Pdta: Estos post salen como notas en el facebook, el post original se encuentra aquí.
En cuanto a una canción para hoy, les traigo una llamada "Déjate caer" interpretada por la banda chilena "Los Tres", un tema bastante particular aunque en lo personal siempre me ha gustado mucho. Espero lo disfruten.
Déjate Caer - Los Tres