Sobre qué?... cualquier cosa, música, filosofía, poesía, y lo que sea que se nos venga a la cabeza.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Fin de año I

Esta es la última entrada de este año, no podía dejar pasar el momento para hacer, tal vez, un recuento lo que fue este último para mí.

Son variados y con diversos matices los ingredientes que conforman lo que hacemos de nuestras vidas, lo que hemos aprendido a lo largo de estos limitados y vacíos ciclos, que al final del día terminan por condicionar el modo en que percibimos, sentimos, actuamos y en general definen nuestro proceder; los aspectos emocionales, la manera en que nos ganamos la vida, las empresas que emprendemos y hasta lo que llamamos sueños y deseos que se atraviesan por el camino. Si hago una sumatoria con cada uno de estos puntos en mi vida, éste sin lugar a dudas ha sido el año más difícil de los que tenido que vivir, todos los antes mencionados aspectos se juntaron de tal manera que la realidad ha vuelto a tocar a la puerta, una saeta clavada desde siempre en un hombro narcotizado por el entorno, que por mucho tiempo dejó de producir dolor. Ahora, este no es un muro de lamentaciones, y mi objetivo dista bastante de ello, sigo con algo un poco más interesante para mí.

Todos hemos escuchado en algún momento cosas como que "el tiempo lo cura" todo, invocado cual mágica solución a nuestros sufrimientos. Ya en otra oportunidad afirmé que en ese caso no existe curación alguna, simplemente olvidamos. Nuestra mente deja de pensar temporalmente en aquello que le aqueja, un acto de sanación dirán algunos, o simplemente una medida torpe y desesperada buscando una salida fácil a un sufrimiento que definitivamente no se resolverá de ese modo. Un bello fragmento de "El Aleph" de Jorge Luis Borges reza:

"...¿Existe ese Aleph en lo íntimo de una piedra? ¿Lo he visto cuando vi todas las cosas y lo he olvidado? Nuestra mente es porosa para el olvido; yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la trágica erosión de los años..."

Mejores palabras no pudo escoger Borges, y es un mensaje enorme el que se encuentra allí dentro. Si de forma descuidada vemos su Aleph coma la divinidad en medio de nuestro mundo, ya lo ha visto, lo ha vivido, pero lo ha olvidado; porque su torpe mente es selectiva y sólo conserva los recuerdos que elige, de ese modo hacemos de nuestra historia una manta con retazos de los hechos que deseamos conservar. Pero lo más importante es la frase final "...bajo la trágica erosión de los años...", para Borges, y comparto su idea, el paso del tiempo y el olvido son verdaderas tragedias.

A veces me pregunto si en realidad nuestras emociones, afectos, deseos o lo que sea que nos impulse a seguir un camino determinado, son tan débiles que tan solo con el simple paso del tiempo y algunos reemplazos vacíos logran borrarlo todo, logran "sanar". Que vano intento por reparar lo irreparable, siguiendo la estrada del olvido.

Benjamín Jarnés resumió la realidad de este engaño en la frase, "el pasado tarda mucho en morir, si es que alguna vez se muere", así que podemos seguir inventando técnicas infructuosas hasta el cansancio. Definitivamente en el "óctuple sendero" que conlleva a la extinción del sufrimiento, no se encuentra la figura de esperar a que el tiempo pase sin hacer nada, creo que es un buen indicador de la banalidad de tal concepto.

Para finalizar la entrada del día de hoy y última de este año debo dejar un buen poema. Palabras maravillosas y sabias que escribió Amado Nervo.

En paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

Amado Nervo.

Dedicado a todos "aquellos en quienes he depositado mi confianza mis sueños y mi afecto" sin quienes mi vida no sería lo que hoy es.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Experiencia de la muerte

El día de hoy es bastante especial, al menos para el mundo occidental donde crecí. Todos celebran algo que en la mayoría de los casos ni siquiera saben por qué se celebra. Soy de los que creen que la mezcla entre fiestas paganas y el incipiente catolicismo, en aras de popularizar éste último, hicieron que la concepción de solsticio de invierno definiera estas fechas. Si a esto se le suma la unión entre San Nicola di Bari, otras figuras del paganismo europeo y claro, la buena idea de un publicista de una famosa marca de refrescos, hicieron de esta época lo que hoy es. Bueno, la verdad no me interesa establecer un debate al respecto, sólo hacía una pequeña alusión a ello. No tengo por costumbre celebrar la navidad, y mucho menos lo haré ahora que he regresado a recorrer mis viejos caminos, por fortuna esta vez ya sé a dónde se dirigen.

Sólo pasaba para dejar un buen poema, nuevamente de Rainer Maria Rilke. Un par de sus libros han caído en mis manos, y por ahora llenan mis ratos libres. Lleva por nombre "Experiencia de la muerte", es realmente bueno, me hace pensar un poco en la puesta en escena diaria.

Experiencia de la muerte

Nada sabemos de ese entrar allá, que nada
comparte con nosotros. No tenemos razón
para mostrar asombro, amor u odio a la muerte,
a la cual una máscara de trágico lamento

tan prodigiosamente deforma. Aún está lleno
el mundo de papeles que en escena ponemos.
mientras que nos preocupa gustarnos a nosotros
al mismo tiempo actúa la muerte, aunque no guste.

Pero cuando marchaste irrumpió en esta escena
un jirón de verdad a través de la grieta
por donde entraste: verde de un verde de verdad,
luz del sol, de verdad, y bosque de verdad

Seguimos la función: lo aprendido con pena
y miedo, declamando y a veces elevando
gestos; pero nos puede a veces dominar
tu existencia alejada de nosotros, ajena

a esta comedia nuestra, lo mismo que un saber
que se va sumergiendo en esa realidad,
de tal modo que un rato, arrastrados, ponemos
en escena la vida, sin pensar en aplausos.

Rainer Maria Rilke

martes, 15 de diciembre de 2009

Lady Labyrinth y la Dama durmiente

Con la entrada del día de hoy sólo quiero hacer una breve reseña de lo que ha sido la presentación de Ludovico Einaudi, o mejor, de la experiencia que ha representado para mí.

La verdad, para alguien que desprecia la mayoría de las cosas que conoce, esta ha sido una situación fuera de lo normal. Sólo en un par de situaciones he podido percibir la vida en el aire, mí vida en él. Una de ellas fue en una cumbre andina, la otra ya lo dije hace mucho, mientras cuidaba el sueño de alguien. El día de hoy el ritmo del corazón se ajustaba a los sonidos que revoloteaban en las paredes del teatro, del mismo modo que mi respiración seguía el viento gélido a 5000 metros hace algunos años, o aguardaba una paz perdida entre los sueños. Bastaba cerrar los ojos por unos instantes para salir de esa sala, el piano simplemente hacía el resto. Sabía que esta oportunidad sería algo especial, para ello me había preparado y definitivamente así fue.

Este post no está dedicado a hablar sobre la música de un gran artista como podría parecer, sino al modo en que el día de hoy rindo homenaje a mi historia, de la forma en que me gusta hacerlo. Las situaciones que representa este evento, la cadena de pensamientos que surgen sólo con una secuencia de sonidos, el punto en el tiempo al que me trasporta, regalos únicos en la vida de un hombre, y agradezco de todo corazón a quien me los ha prodigado. Claro, la historia no es sólo para honrarla, también de vez en cuando sería bueno recordarla con fines constructivos, sin embargo el acto de tropezar con la misma piedra en múltiples oportunidades parece producir particular fascinación entre nosotros.

Por otra parte, si los hombres tuviéramos el derecho de elegir el momento que consideramos apropiado para morir, las 10:28 de la noche del 14 de Diciembre podría haber sido uno perfecto para mí. Un instante en medio de "Lady Labyrinth", la canción que se interpretaba y mi dama durmiente. Bueno, a quién engaño, sí tenemos ese derecho, simplemente fingimos ni siquiera ser conscientes de ello.

Finalmente mi opinión sobre el concierto? La frialdad de la prosa no logra expresar la poesía lograda. Ojalá todos tuvieran la oportunidad de vivir esa experiencia y más si está enriquecida por su pasado como la mía.

Dejo una pequeña muestra de lo que se vio, es exactamente la parte final. Desafortunadamente el sonido no quedó muy bien, no logro entender que sucedió, sin embargo se puede divisar como fue todo. Además dejo una versión completa de "Lady Labyrinth", el título del post con que he parafraseado un poco.



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viernes, 11 de diciembre de 2009

Árbol talado

Este poema llegó a mis manos el día de hoy. Me ha gustado bastante y por esa razón lo dejo aquí. El libro al cual pertenece ha sido galardonado con el premio Premio Internacional de Poesía de la "Villa de Cox" 2009.

Árbol talado

Talaron todas
sus ramas.
Amputado,
continúa atado al negro suelo
que bebe sol.
El tronco clavado
como una cruz.
Talaron todas las ramas,
no tiene semillas
ni frutos.
¿Por qué el aserrador
hizo a medias la tarea?
Árbol talado,
a la deriva,
los muñones a cielo abierto.
Tan cerca y tan lejos
de la luna
los días
la muerte
la vida.

John Galán Casanova

Para terminar, una buena canción que no escuchaba desde hace mucho tiempo, casi 15 años han pasado ya. Se me ha venido a la mente y quisiera compartirla aquí. Lleva por nombre "A Deeper Kind of Slumber", tiene un sonido lento y algo melancólico, el texto es excelente.


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viernes, 4 de diciembre de 2009

Final en medio de la tristeza?

Un miembro familiar de alguien cercano a mí acaba de morir. No la conocí, ni siquiera sé su nombre, sólo sé que era una mujer joven al momento de su partida. Sin embargo, hay algo que me motiva a escribir un poco al respecto. Esta joven mujer, tomó la decisión de dar fin a su propia vida.

Alguien hace poco, en medio de una discusión al respecto, me dijo algo como: "si alguien decide acabar con su vida, es un cobarde, toma la decisión porque sencillamente se rinde, y no encuentra una solución a sus problemas diferente a eso (la muerte)". Bien, primero que todo, no me tomo el atrevimiento de juzgar a la persona que usó estas palabras, ni mucho menos, siquiera intentar hacerlo con quien haya tomado esta decisión. Además, quien haya leido en detalle lo antes escrito en este blog, conocerá de sobra mis opiniones al respecto.

No obstante, lo que en realidad me ha llamado la atención de esta historia es un simple comentario:

"a mi me preocupa que se termine una vida con suma tristeza, sabes, un ser que creció, que tenia miles y miles de momentos y que su ultimo momento sea pura tristeza"

Me llama la atención porque jamás, sin importar la cantidad de horas que haya podido invertir pensando al respecto, se me había pasado por la cabeza esa idea. Al final de un post anterior, hice una pequeña alución al hecho que tal vez, lo último que podrá pasar por nuestras mentes es un "adiós", pero esta idea llega mucho más alla de mi concepto inicial. Nunca había ensado en la tristeza que puede haber en ese momento, bueno, o no necesariamente la tristeza, pienso que puede haber cualquier tipo de emoción, alegría por la partida, alivio, o para dar un toque poético, mi preferida, una infinita sensación de libertad. Por supuesto, este no fue el caso de la persona quien motivo este escrito, sus últimos días fueron tristes, y del mismo modo su partida.

Dicen que las personas mueren de acuerdo con el modo en que han vivido, y supongo que esta "regla" puede ser aplicada al estado emocional. Esto realmente me hace pensar mucho, considerando la forma en que vivimos, creo que empiezo a ver cómo será el final de esta historia...

Para mí, tienen igual probabilidad la existencia de un paraíso maravilloso, lleno de gozo y ángeles; que el hecho de regresar a nuestro sencillo, torpe y muy humano mundo, como una consecuencia de nuestro apego e ignorancia. Cada cual alimenta su mente y espíritu de la forma y con la fantasía que desee. Empero, dada mi forma de pensar, definitivamente me inclino por la segunda opción.

Indiferente de cuál sea la respuesta al interrogante, que no necesariamente debe estar entre mis opciones antes mencionadas, sólo me resta esperar que esta joven mujer haya encontrado alivio a su pesada carga, que su roca tal vez se quedó en el fondo del valle o en la cúspide, pero sabe que nunca más tendrá que subir a la cumbre maldita, a diferencia de todos aquellos que aún seguimos en una lucha cada vez más absurda, librando mil batallas a sabiendas que desde el comienzo la guerra está perdida.

Para terminar, deseo dejar un par de canciones que me encantan. La primera de ellas la hace Dave Stewart, titulada "Between the Falling Hope", las imágenes y la música hablan por si mismas y van con el espíritu de esta entrada y creo que del blog en general. La segunda una maravillosa canción, se trata de un arreglo hecho por Yann Tiersen de la canción "À ton étoile" (A tu estrella), originalmente creada por "Noir Désir". El texto es maravilloso, debo admitir que me encantaría dedicarla a alguien, pero mi tiempo para ello ya pasó. Dejo una versión en inglés de la letra original, tal vez con los días haga una traducción final. Espero la disfruten.

Este post está dedicado a esta extraña que acaba de partir...

Between The Falling Hope


À ton étoile


Under the light
And under shadows, in silence
If you're looking for shelter
Inaccessible
Know that it isn't far away and that we're shining there

To your star

Little sisters of my nights
I missed all that
When you knew the face
Of someone other than me
Know that I won't forget, but that things get erased

To your star

Always on horizon
Stars that are inclined
Since we don't have a choice, we remain with the heart
You can spit or even laugh, and you must do so.

To your star
To Marcos
To happiness
To beauty of dreams
To melancholy
To the hope that holds us
To the health of fire
And of the flame
To your star

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viernes, 27 de noviembre de 2009

El Ahorcado

Pocas veces tiene uno la posibilidad de leer algo como el poema del día de hoy. En general, las personas relacionan los poemas con pequeños fragmentos de texto, almibarados y adornados por palabras de uso poco frecuente, llenos de amor y pasión. Claro, la verdad es que la poesía se asocia con cartas entre enamorados, una bonita "rama" de ella, diría. Sin embargo, hay otros tipos no tan alegres, esperanzadores y apasionados. Mi gusto es un poco diferente, prefiero los cantos a la vida, a la muerte, a la tragedia que estas representan, como muchos que ya he dejado a lo largo del blog, por supuesto algunas bonitas excepciones también son admisibles. Sin mucho más que agregar, dejo este bello escrito de Ángel García Aller, intitulado "el ahorcado"


El ahorcado


Aun muerto sin embargo
el brillo de sus ojos,
decían, revelaba
una incurable soledad”
(Alfonso Costafreda)
Cayó
como del aire la sentencia
y al ahorcado, entretanto, le brotaban
innumerables flores, innumerables
auroras boreales por el cuerpo.
Uno
tras otro, le acusamos
de extrañas maldiciones, de haber visto
con sus propios ojos más allá
de los límites legales,
de haber dicho
que el hombre se compone solamente
de incurable soledad y añadiduras.
Se sabe
que soñaba cada noche con los muertos
que nunca conoció, que provocaba
descaradamente a la lujuria
recitando versos a los pájaros
y que apenas en vida fue capaz
de levantar un cierto testimonio.
Ítem más,
señores jueces, se supone
que vivía vulgarmente del recuerdo,
que era un hombre de hechos constatados,
sin hazañas que merezcan referirse.
Por todo
lo cual solicitamos
que no ofenda con el brillo de sus ojos.

Ángel García Aller.



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martes, 24 de noviembre de 2009

Sólo silencio....

Muchas de las entradas de este blog, las ideas así como la mayoría de las sus líneas, han sido concebidas en mis insomnes madrugadas. Ha sido una constante a lo largo de estos escritos frases como, noches eternas, o madrugadas sin fin, el día de hoy no es una excepción. Estás interminables noches, bañadas de largos pretéritos que con la récia rigidez del roble se resisten a ser olvidados; se perpetúan y adquieren vida una y otra vez. En medio de estos recuentos siempre hay una constante: el silencio, éste que no existe, pero tiene presencia, que es vacío y carente de sustancia, pero que nos acompaña y sabemos que está allí.

El silencio puede ser nuestro, o puede venir del mundo. En el primer caso es una verdadera bendición, tan escaso y valioso como la sapiencia misma, un regalo de nuestra mente. El mismo Pitágoras lo denominó como "la primera piedra del templo de la filosofía". El segundo, como en todos los casos que provienen del exterior, no depende en absoluto de nosotros y alberga una frase que no existe o que ni siquiera el viento quizo llevar a algún oido.

El silencio es la más fría lápida, cubre el lugar donde descansan eternamente los restos mortales de las esperanzas, donde se deshacen y se convierten en polvo los sueños. No hay silencios cálidos, todos son tan gélidos como la más larga y oscura noche de invierno, pues en ellos siempre se esconde la muerte, la muerte de una verdad que no será pronunciada.

Dicen que quien miente es un asesino, pues asesina a la verdad, aquel regalo que nos han dado los dioses y que hemos decidido rechazar como si se tratara de una insignificante pavesa flotando en el viento. El silencio hace lo mismo, no asesina la verdad, pero su efecto es igual. La mantiene cautiva con la mordaza del miedo, con las cadenas del odio, con los lazos de la ignorancia.

Cuántas oportunidades hemos preguntado a los cielos, a los infiernos, al viento, al día, a la noche, al mundo que gira sobre sí mismo, sin obtener ni la más peregrina respuesta. Ni un vestigio ténue que pueda traer el viento de un mensaje en algún paraje dentro o fuera de esta realidad.

Qué tan grave ofensa hemos cometido, qué horrible acto hemos encarnado para hacernos merecedores del juicio y el castigo que representa, para privarnos con la sin igual luz de la verdad y del conociento pleno?. Por qué los dioses nos han dotado de tan temible arma, que lastima profundamente como el filo de la espada o el ardiente fierro?. Por qué algunos se sumen en el silencio y la resignación ante la crueldad de los avatares del destino?

En esta oportunidad, sencillamente no lo sé... tal vez alguien tenga la respuesta y me la pueda dar, a menos que como siempre, decida guardar silencio.

Para terminar dejo una excelente frase de Santa Catalina de Siena:

"¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas! porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido! "

...y mucho, diría yo.

Bueno, como siempre algo de buena música. En esta entrada algo particular quiero traer algo de una artista que me gusta mucho. Se trata de Emma Shapplin, una mujer dotada con una voz sin igual, que trasmite una infinidad de emociones en su música, por una extraña coincidencia, el día de hoy lanza su nuevo álbum luego de muchos años de ausencia, el cual por unos cortos en su sitio oficial promete ser tan bueno como sus previos trabajos. La canción lleva por nombre "The Inferno", la verdad la conozco hace ya muchos años, pero apenas ahora que la escuché con detenimiento y estudié un poco su contenido, he descubierto que se trata de algunos fragmentos del canto IX dedicado al infierno en "La Divina Comedia", ya en una entrada anterior toqué algo de este maravilloso texto. La canción usa el texto original del libro, en una versión antigua de italiano. Un gusto para los oidos.



El infierno

« ¿En este fondo de la triste hoya
bajó algún otro, desde el purgatorio
donde es pena la falta de esperanza?»

"...observad la doctrina que se esconde
bajo el velo de versos enigmáticos..."

« ¿En este fondo de la triste hoya
bajó algún otro, desde el purgatorio
donde es pena la falta de esperanza?».

"Aquel es el más bajo, el más sombrío,
y el lugar de los cielos más lejano;
bien sé el camino, puedes ir sin miedo"

"...observad la doctrina que se esconde
bajo el velo de versos enigmáticos..."

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viernes, 20 de noviembre de 2009

Acabar con todo

En realidad a veces quisiera poder acabar con todo, pero no, no hay forma de hacerlo, sólo resta esperar.

Acabar con todo

Dame, llama invisible, espada fría,
tu persistente cólera,
para acabar con todo,
oh mundo seco,
oh mundo desangrado,
para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
apagado y ardiente,
ceniza y piedra viva,
desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
bajo la ciega luz que se desploma
entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
tierra de piedra ardiente,
de raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
ceniza que enloquece,
arde invisible, arde
como el mar impotente engendra nubes,
olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
arde dentro del aire hueco,
horno invisible y puro;
arde como arde el tiempo,
como camina el tiempo entre la muerte,
con sus mismas pisadas y su aliento;
arde como la soledad que te devora,
arde en ti mismo, ardor sin llama,
soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
oh mundo seco,
para acabar con todo.

Octavio Paz.

Algo de buena música. Algo llamado "Harvest", de la gran banda sueca Opeth. El tema está muy acorde con el poema, espero lo disfruten. Está muy bien subtitulado, creo que no se perdió la idea del texto original en la traducción.






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lunes, 9 de noviembre de 2009

Sobre turistas y hombres alados...

Todos conocemos en significado de hacer turismo, conocer lugares, tomar fotos de todo aquello que nos resulte novedoso o ajeno, probar comidas, bebidas, y en casos excepcionales, pasear por camaras silentes de viejos museos, iglesias y demás.

Hace algunas semanas leía una columna de opinión de uno de mis escritores favoritos. En ella se hacía referencia a la "depredación inocente" en que se ha convertido el acto de tomar vacaciones, donde tomamos todo y no pensamos por un sólo instante en lo podemos dejar en ese lugar, nuestras fotografías no pueden captar la esencia de la creación de una virgen de piedra, el sobrecogimiento de estar en una cámara oscura y llena de maravillas doradas, o la inmensa sensación de pequeñez cuando se está en la cumbre de los majestuosos Andes. Simplemente extraemos imágenes muertas, las llevamos como trofeos de guerra, las exhibimos y finalmente las abandonamos a su suerte.

Podría pensar que algo similar sucede en nuestras vidas. Para nadie es un secreto que los seres humanos somos perfectos depredadores, tomamos lo que necesitamos, nos alimentamos, explotamos y sencillamente desechamos. Este efecto se produce a todo nivel diría yo, en lo afectivo somos verdaderas máquinas depredadoras.

Voy a usar un cuento que leí hace algún tiempo, un magnífico cuento de García Márquez titulado "Un señor muy viejo con unas alas enormes", que describe perfectamente el espíritu de esta entrada.

Como la mayoría de las obras de este autor, la historia trascurre en un pueblo bastante particular, con sus viejas constumbres, influencias religiosas, mitos y sobre todo mucho pragmatismo. En él, en medio de un diluvio aparece un hombre anciano en terribles condiciones físicas, con la peculiar característica de estar dotado con unas grandes alas. Al comienzo, se convierte en una gran atracción pública, todos querían tener algo que ver con su particular "ángel". Sin embargo, con el paso del tiempo el mentado individuo no llenó sus espectativas, los "milagros" a él atribuidos no pasaban de ser pequeñas burlas del destino, sumado a su parco y apático comportamiento. Definitivamente no era lo que sus seguidores esperaban de él. En medio del desarrollo de la historia, aparece un circo, uno de aquellos que deambulan sólo por las mágicas mentes de los autores. Con éste venían verdaderas rarezas, la más impactante: un ser con cuerpo de araña y cabeza de mujer, que había sido reducido a esta lamentable condición por causa de su mal comportamiento. Contraria a la actitud del "ángel", este ser permitía que todos le tocaran, indagaran sobre su desgracia e incluso le alimentaran; todo esto por un precio menor al que habían impuesto para ver al "ángel" sus captores originales. Al final, todos estos ingredientes terminaron por condenarlo a un aislamiento perpetuo y al inefable olvido. Finalmente, el anciano recubre sus alas con el plumaje necesario para partir en medio de un día cualquiera, para siempre desapareciendo en la inmensidad del cielo.

Es claro que una de nuestras más pérfidas características es aquella de formar expectativas sobre algún hecho o persona. En muchas oportunidades cuando esta situación satisface los lineamientos esperados, nos apegamos fuertemente a ésta, extraemos de ella hasta el último rezago de aquello que nos resulta útil, su forma y su esencia, hasta el momento en que ya no podemos recibir nada más. Es entonces cuando el objeto de deseo ha pasado de cubrir nuestras expectativas, y se ve relegado a algo inútil e inerte, sin valor para nuestros propósitos. He allí nuestra facultad depredadora, simplemente abandonamos esta situación y pasamos a la siguiente, o por qué no, retomamos una antigua, que ahora puede poseer un nuevo valor útil ante nuestros ojos.

Al igual que describía el columnista, terminamos por capturar una imagen sin vida de las personas. En algunos casos sólo las usamos para proveernos de un poco de compañía, para suplir algunas necesidades básicas como sexo, un escucha o en el peor de los casos para compartir algunos costos de la vida. Somos turistas en un paraje habitado por todas las almas, las fotografiamos, las guardamos en los rincones empolvados de nuestra memoria, erigimos monumentos en su honor, que sólo serán visitados por nuestras nostalgias. Todo esto frente al hecho de no haber dado absolutamente nada que pudiera enriquecer a ese ser.

Ya he hablado de ciclos, del adiós en nuestra vida. Tal vez este razgo depredador detemina en gran medida estos ciclos, tantos ires y venires entre el mar de almas que surcamos a lo largo de nuestras existencias. Empero, cabe hacer un llamado a nuestros pensamientos, que los ciclos no estén marcados por nuestro voraz apetito, sino por una necesidad de dar lo mejor de nosotros a cada ser que se cruce en nuestro camino, indiferente de cuán cerca o lejos se encuentre de nuestras torpes expectativas. Dejar de ser ansiosos turistas y entregar algo en cada lugar visitado.

Como siempre algo de música para llenar corazones. En este caso traigo una canción que me encanta hecha por una joven artista llamada "Amy Winehouse", dotada de un gran talento pero tristemente célebre por su desordenada existencia. La canción se titula "Back to Black", su contenido es fuerte pero lleno de verdad. La dedico muy especialmente a aquellos que han jugado el papel de pálidos retratos perdidos en el olvido, cuando ya no pudieron cumplir con las expectativas de otros. Uso las palabras de una buena amiga "creo que todos hemos sido PLAN B alguna vez".




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jueves, 5 de noviembre de 2009

Desde los afectos...

Sin palabras...



Desde los afectos

Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?

Que uno tiene que buscarlo y dárselo...
Que nadie establece normas, salvo la vida...
Que la vida sin ciertas normas pierde formas...
Que la forma no se pierde con abrirnos...
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente...
Que no está prohibido amar...
Que también se puede odiar...
Que la agresión porque sí, hiere mucho...
Que las heridas se cierran...
Que las puertas no deben cerrarse...
Que la mayor puerta es el afecto...
Que los afectos, nos definen...
Que definirse no es remar contra la corriente...
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja...
Que negar palabras, es abrir distancias...
Que encontrarse es muy hermoso...
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida...
Que la vida parte del sexo...
Que el por qué de los niños, tiene su por qué...
Que querer saber de alguien, no es sólo curiosidad...
Que saber todo de todos, es curiosidad malsana...
Que nunca está de más agradecer...
Que autodeterminación no es hacer las cosas solo...
Que nadie quiere estar solo...
Que para no estar solo hay que dar...
Que para dar, debemos recibir antes...
Que para que nos den también hay que saber pedir...
Que saber pedir no es regalarse...
Que regalarse en definitiva no es quererse...
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos...
Que para que alguien sea, hay que ayudarlo...
Que ayudar es poder alentar y apoyar...
Que adular no es apoyar...
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara...
Que las cosas cara a cara son honestas...
Que nadie es honesto porque no robe...
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo...
Que para sentir la vida hay que olvidarse que existe la muerte...
Que se puede estar muerto en vida...
Que se siente con el cuerpo y la mente...
Que con los oídos se escucha...
Que cuesta ser sensible y no herirse...
Que herirse no es desangrarse...
Que para no ser heridos levantamos muros...
Que sería mejor construir puentes...
Que sobre ellos se va a la otra orilla y nadie vuelve...
Que volver no implica retroceder...
Que retroceder también puede ser avanzar...
Que no por mucho avanzar se amanece más cerca del sol...

Cómo hacerte saber que nadie establece normas, salvo la vida?

Mario Benedetti



Estás allí?

Estás allí?
es maravilloso saberlo
Todos los fantasmas...
Todos los fantasmas...
Auyentan mi egoismo fuera
Mi mente está feliz
Necesito aprender a dejarlo ir
Yo sé que no me lastimarías

Pero desde que te has ido he estado perdido dentro de mí
Probamos y fallamos mientras caminamos por la rivera del río
Y desearía que pudieras ver el amor en sus ojos
El mejor amigo que eludido perdiste en el tiempo
Quemado vivo en el calor de una mente afligida

Pero, qué puedo decir ahora?
Y no pudo estar más equivocado
Porque no hay nadie allí
Inequívocamente perdido y sin cuidado
Hemos perdido todo el amor que pudimos compartir?
Y me está llevando abajo
Y me tiene dando vueltas alrededor
Y no puedo encontrar una forma
Ahora para descubrirlo
Dónde estas cuando te necesito...

Estás allí?


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lunes, 2 de noviembre de 2009

Eso que has dejado...

"...Es eso que has dejado lo que persigues, si quieres saber lo que eres, tendrás que preguntárselo a las piedras y al agua, si quieres descifrar el idioma en que hablan los brujos de tus sueños, interroga las fábulas que te contaron la primera noche ante el fuego. Porque no hay río que no sea tu sangre, no hay selva que no esté en tus entrañas, no hay viento que no sea secretamente tu voz y no hay estrellas que no sean misteriosamente tus ojos. Dondequiera que vayas llevarás esas viejas preguntas, nada encontrarás en tus viajes que no estuviera desde siempre contigo, y cuando te enfrentes con las cosas más desconocidas, descubrirás que fueron ellas quienes arrullaron tu infancia".

Este es el último párrafo de "El país de la canela", creo que tan bella obra no pudo terminar con mejores palabras. Después de tanto postergar su final, tuve que hacerlo.

De nuevo traigo al caso la búsqueda, la eterna búsqueda, producto de nuestra propia ignorancia, que nos impulsa a buscar lo que no se puede encontrar. Porque no hay nada importante que no haya sido descubierto ya, no hay respuestas útiles que no hayan sido dadas.

Como siempre una buena canción. Para hacer honor a tan bello párrafo, no puedo dejar algo de inferior calidad. En ambos casos la poesía ha trasmutado en otras formas, en la prosa del cierre de una carta, y en música en la voz de Mercedes Sosa. Un canto al viento, al mundo, a las sombras de cada quien.

Creo que muchos nos hemos hecho la misma pregunta miles de veces, en las largas noches, en madrugadas sin fin.



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jueves, 22 de octubre de 2009

No era la muerte pues yo estaba de pie

Hace ya algún tiempo que no traigo un buen poema, en esta oportunidad me he encontrado nuevamente con algo de Emily Dickinson, sus poemas realmente me encantan, este es el tercero de su autoría en el blog.

Parecía la muerte, traía sus sensaciones, la falta de aire, la cesación de las acciones. Pero no, el caos sigue reinando, la esperanza aún agobia, definitivamente no lo era...

No era la muerte pues yo estaba de pie

No era la Muerte, pues yo estaba de pie
Y todos los muertos están acostados,
No era de noche, pues todas las campanas
Agitaban sus badajos a mediodía.

No había helada, pues en mi piel
Sentí sirocos reptar,
Ni había fuego, pues mis pies de mármol
Podían helar un santuario.

Y, sin embargo, se parecían a todas
Las figuras que yo había visto
Ordenadas para un entierro
Que rememoraba como el mío.

Como si mi vida fuera recortada
Y calzada en un marco
Y no pudiera respirar sin una llave
Y era como si fuera medianoche

Cuando todo lo que late se detiene
Y el espacio mira a su alrededor
La espeluznante helada, primer otoño que llora,
Repele la apaleada tierra.

Pero todo como el caos,
Interminable, insolente,
Sin esperanza, sin mástil
Ni siquiera un informe de la tierra
Para justificar la desesperación.

Emily Dickinson

Para hoy traigo dos canciones espectaculares. Para cambiar un poco el tipo que traía, presento dos productos de lo mejor del rock latinoamericano, en las voces de Fito Paez y Gustavo Cerati (Soda Estereo). La primera titulada "Al lado del camino", una canción que me trae muy gratos recuerdos de una vida pasada, cuando el mundo parecía ser un poco más simple. Las letras son muy dicientes con un gran mensaje. La segunda a cargo de Soda Estereo, titulada "Corazón delator" es una de mis favoritas de esta banda argentina. Espero disfruten de ellas. Por cierto, si acaso alguien también gusta de la obra de Edgar Allan Poe, recordará que uno de sus cuentos más conocidos lleva este mismo nombre "El corazón delator" (algo de literatura gótica).

Al lado del camino (Fito Paez)


...en tiempos donde nadie escucha a nadie
en tiempos donde todos contra todos
en tiempos egístas y mezquinos
en tiempos donde siempre estamos solos
habrá que declararse incompetente
en todas las materias de mercado
habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado...



...mi padre, las cervezas, las pastillas, los misterios, el whisky malo,
los óleos, el amor, los escenarios
el hambre, el frío, el crímen, el dinero y mis 10 tías
me hicieron este hombre enreverado...


Corazón delator (Soda estereo)


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martes, 13 de octubre de 2009

De cuántos adiós...?

Esta semana mientras seguía una lectura, me encontré con un pequeño párrafo que me llamó mucho la atención:

"...yo me quedaba horas mirando ese río hecho de ríos, preguntándome cuántos secretos de mundos que no podía imaginar iban disolviéndose en una sola cosa, ciega y eterna, que resbalaba sin saber a donde, llevándonos también en su ceguera a la disolución y al olvido..."

El contexto es sencillo, un navegante perdido en medio del Amazonas, mientras observa como miles de pequeñas corrientes y afluentes contribuyen a alimentar la endemoniada serpiente.

Sin embargo, el motivo por el cual me llamó la atención no es ese, mientras la leía, no interpretaba en sí las palabras en ese contexto, en realidad en ese momento pensaba de cuántas vidas está hecha la vida de un hombre, la forma como entran, se entrelazan con nuestros caminos, modifican nuestros destinos, y en la mayoría de los casos vuelven a salir de nuevo; es decir, las vidas que se convierten en pequeñas corrientes, medianos afluentes, o grandes caudales para nuestra propia existencia. Hace algún tiempo en un post que en realidad era una dedicación especial, presenté un bello poema de Victor Hugo llamado "te deseo", un fragmento de éste relacionado con lo anterior reza:

"...Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas
está hecho un árbol..."

Creo que pocos alguna vez hemos pensado, cuántas vidas puede ver pasar un árbol en su eterna rigidez.

Pero quiero llegar más allá, no sólo basta con pensar de cuántas vidas o cosas o situaciones puede estar hecha la vida de una persona, hay un punto aún más importante que es el motivo de la entrada del día de hoy, y es de cuántos adiós está hecha una vida?

En cierta oportunidad alguien me dijo:

"...no me digas adiós que está demasiado lejos, incierto, y siento miedo, dime hasta pronto, porque sabemos que no pasará mucho y seguirás a mi lado..."

bellas palabras, diría yo.

Tememos al adiós porque significa que aquel motivo de nuestro apego no estará más con nosotros. Y por encima todo, porque el adiós es sinónimo de dolor. No en vano el apego es la raíz del dolor. construir duelos es muy doloroso, con sus etapas, avances y retrocesos, con sus días tranquilos y sus pequeños infiernos. Hemos llegado a extremos como inventar rituales de despedida, con tonadas y libretos, como la más perfecta obra teatral, sólo por alimentar nuestro 'yo' herido. Bueno, debo aceptar que gracias a esta costumbre existe mi obra clásica favorita "El Requiem" de Mozart. Como si ello fuera poco, nos negamos a aceptar la pérdida de nuestro objeto de deseo, perpetuando el sufrimiento cuanto sea necesario en esa vacía empresa.

A mi corta edad son muchos los adiós que he acumulado, lugares donde he vivido por años, ciudades, países, y sobre todo personas, cada uno asociado a diferentes etapas en mi vida. Etapas, tan simples como el crecimiento, la educación, la vida profesional, y aquellas buscadas por mí mismo, relaciones afectivas, ciclos y más ciclos, muchos muy bien cerrados, otros no tanto. Creo que ya han sido tantos que mi memoria, por mi propio deseo o no, ha borrado muchos de ellos.

Todos dejan huellas, según si la experiencia ha sido grata o no, pero más importante que ello, dejan enseñanzas. Errores que se comenten, cosas que se debieron o no haber dicho, hecho y hasta pensado. Sin embargo, como el tiempo corre en un único sentido, no queda más remedio que asumir estas pérdidas o ganancias de la manera más digna posible, dado que sabemos que no se pueden evitar estos procesos.

Una cosa importante que puede ser útil recordar, es que estos hechos siempre están acompañados de cambios, y los cambios por muy dolorosos que sean, por más que nos neguemos a aceptarlos y efectuarlos, siempre traerán algo positivo, así sea minúsculo en comparación con nuestra negativa percepción de la situación. Al final nos guste o no, los adiós son los indicadores del fin de un ciclo, de una era en las vida de cada quien, y simplemente corresponde a cada uno afrontar.

A pesar de todo esto no podemos saber cuántos faltan aún, una infinidad pienso, pero, indudablemente estarán allí. En mi acostumbrada pregunta, hasta cuándo?

Bien, pienso que estaremos diciendo adiós hasta el último de nuestros días, tal vez es la última cosa que pasará por nuestras mentes, tal vez después de haber deseado decir este último adiós mil veces ya...

Para terminar, una frase que leí hace un par de días y me ha gustado bastante, al menos es la forma en que trato de vivir mi vida:

"...Se puede amar, aún en el adiós..."

Cada cuál la interpretará de la mejor manera...

Como siempre algunas buenas canciones. En este caso están muy relacionadas con el tema de hoy, en un mundo donde los adiós son la constante y son un motivo de culto por nuestra sicologicamente frágil sociedad, no es para nada difícil encontrar temas relacionados. En fin, están asociadas con los últimos párrafos, dedicados al último adiós, de hecho ese es su nombre. Voy a dejar tres, la última con ritmos más familiares a los gustos latinoamericanos, no quiero que mis dos únicos lectores me dejen solo. Esta vez no hay dedicaciones a nadie en particular, creo que a van dirigidas a todos, pues es una constante en la vida de cualquier ser consiente.

Canción del adiós (Los nocheros)



One last goodbye (Anathema)




My last goodbye (Lacrimosa)





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domingo, 4 de octubre de 2009

Sobre la autodestrucción...

Hace un par de días, escuchaba una buena canción llamada "Crestfallen" (algo así como deprimido y sin espíritu), no la dejo aquí pues tiene un sonido un poco fuerte para la linea que he tratado de llevar, es un sonido rústico y apenas trabajado de la época en que nacían, o mejor, se constituían como tal, los géneros hoy conocidos como gothic o doom. El motivo por el cual la traigo al caso, es porque mientras seguía su mensaje me encontré con unas palabras que hace días estaba buscando para tocar un tema en este espacio. Más o menos una versión en español del fragmento que me llamó la atención es la siguiente:

"...Toda emoción es consumida por un silencio interno
todo dolor es insatisfecho por lágrimas desconsoladas
No deseo nada, vivo por nada
Estoy esperando a morir pero tengo miedo de hacerlo

Señor, en tu piedad, escucha mi súplica..."

Creo que muchos, si no todos, hemos estado en algún momento de nuestras vidas en épocas de autodestrucción; donde palabras como "Estoy esperando a morir pero tengo miedo de hacerlo" pueden cobrar un gran significado.

Usualmente estos períodos están asociados a grandes decepciones, por fortuna o tal vez no, tienden a ser pasajeros, y se desvanecen ante la próxima ilusión, para así continuar con ese pequeño ciclo en que viven los seres conscientes. Todo esto alentado por esa mágica capacidad que tenemos de olvidar, algunos le llaman curar, aunque yo lo llamo olvido, simple y vulgar olvido. De esa manera podría decir que estos ciclos son tan largos como el apego a aquel objeto que los generó. Sin embargo, conozco personas cuya forma de vida es esa, su vacío es tan grande que castigar sus seres perpetuamente es el camino que han elegido; me parece ver al mismo sísifo bajando y subiendo una empinada colina del averno en sus almas.

Nuestra capacidad autodestructiva no tiene límites, una gran prueba de ello es la nueva religión llamada "calentamiento global", a la que todos hemos adherido con sus dogmas, santos y demonios. Claro, estoy hablando a gran escala, aunque si todo una sociedad puede hacerlo, creo que es porque sus individuos pueden hacerlo aún mejor. Esa capacidad es algo innato en los seres humanos, tan arraigada como el odio, la avaricia y la ignorancia, los llamados "tres venenos".

Tal vez existen diferentes niveles de este fenómeno, el más común es el físico, donde nos entregamos a conductas en donde su corto placer, produce serios daños a largo plazo, creo que no es necesario entrar en más detalles al respecto. Otra forma común, pero mucho mejor disimulada, son aquellas relaciones interpersonales en que nos adentramos sin medir sus consecuencias emocionales. Aunque la peor de ellas puede ser un esquema de autodestrucción psicológica, basada en ideas que laceran la psiquis de un ser, que sólo conduce al camino de la desesperanza y la pérdida de todo sentido, hasta llegar a un posible colapso mental.

Hace poco, sostenía una conversación con una amiga musulmana, hago la aclaración de su credo, pues quisiera mostrar el pensamiento de las personas con culturas y credos diferentes a los míos. Al hablar respecto a este tema me dijo algo que me llamó bastante la atención, era algo como

"debes hacer cosas que siempre te retornen algo positivo, si no es así, solamente estarás derrochando tu tiempo y tu vida"

Algo bastante obvio, pero sin embargo muy valioso cuando alguien lo dice de esa manera. Nuevamente cito algo de "Humano demasiado humano" bastante acorde con lo que trato el día de hoy:

"...Nuestra filosofía, ¿no llega a ser una tragedia? La verdad, ¿no es hostil a la vida? Una cuestión asalta nuestros labios aunque no quiere ser enunciada: la de si se puede conscientemente permanecer en la contraverdad, o si en el caso de que fuere necesario hacerlo, ¿no sería preferible la muerte? Ya no existen deberes; la moral, como deber, está tan anonadada como la religión...

...¿es verdad que no queda más que una manera de ver que lleva consigo la desesperación, la disolución, el anonadamiento del yo? Creo que el golpe decisivo a la acción final del conocimiento lo dará el temperamento del hombre..."

En la mayoría de los casos, pienso, los sentimientos de autodestrucción están alimentados por una diferencia entre lo que somos y lo que deseamos, o mejor, un problema de aceptación, así que al final optamos simplemente por acabar con ese ser que odiamos al despertar cada mañana. Mientras no exista una reconciliación entre esas dos partes no habrá poder alguno que evite que la muerte en vida continúe, dado que soluciones más drásticas están prohibidas por nuestro esquema social, carente de algunas libertades elementales como esa, algo realmente cruel.

La reconciliación es un término usualmente acuñado para las relaciones interpersonales o los grupos sociales, sin embargo poco se dice respecto a la reconciliación de un individuo consigo mismo, a el acto de encontrar un punto de equilibrio entre lo que somos, lo que deseamos y lo que finalmente seremos. Espero algún día sea motivo de reflexión en todas las personas.

Finalmente, quisiera ver a los seres que amo lejos de estos círculos, pero sé que es una idea imposible, al menos espero que duren poco.

Para terminar dejo algo de Mercedes Sosa quien acaba de fallecer. Su música ha sido muy importante para mí, prueba de ello es que la he usado en varias oportunidades en este espacio. En este caso, se trata de una canción que me encanta y me llega al alma llamada "Piedra y camino". Esta abanderada de la libertad se ha ido.




A cambio de la original "Crestfallen" citada al comienzo del post, dejo una canción homónima. Debo admitir que es tal vez tan emotiva como la mencionada de Anathema. Aunque el género alternativo no me agrada, definitivamente esta es una verdadera rareza, más cerca de los ritmos más oscuros que acostumbro seguir, y el montaje hecho sobre "el fantasma de la ópera" le da un aire especial. La letra me impactó bastante y también la incluyo aquí... bueno, las palabras sobran.



Crestfallen

who am I to need you when I'm down
where are you when I need you around
your life is not your own

and all I ask you
is for another chance
another way around you
to live by circumstance, once again

who am I to need you now
to ask you why to tell you no
to deserve your love and sympathy
you were never meant to belong to me

and you may go, but I know you won't leave
too many years built into memories
your life is not your own

who am I to need you now
to ask you why to tell you no
to deserve your love and sympathy
you were never meant to belong to me

who am I to you?
along the way
I lost my faith

and as you were, you'll be again
to mold like clay, to break like dirt
to tear me up in your sympathy
you were never meant to belong to me
you were never meant to belong to me
you were never meant to belong to me

who am I?


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jueves, 1 de octubre de 2009

Sólo

A pesar de su título, este post no está dedicado a hablar de la soledad. De ésta podría decir muchas cosas, tal vez que es una pariente muy cercana del miedo, algo de lo que ya he hablado bastante. Bueno, el día de hoy sólo deseo dejar un maravilloso poema de un escritor norte americano, Edgar Allan Poe. Sus escritos están cargados de sentimiento, aunque para ser sincero, no muy alegres que digamos. Sin embargo les invito a leer sus trabajos.

El poema se titula "Sólo", es una bella descripción de la mente de un hombre...

Sólo

Desde el tiempo de mi infancia no he sido
Como otros eran, no he visto
Como otros veían, no pude traer
Mis pasiones de una simple primavera.
De la misma fuente no he tomado
Mi pesar, no podría despertar
Mi corazón al júbilo con el mismo tono;
Y todo lo que amé, yo lo amé solo.
Entonces -en mi infancia- en el alba
De la vida más tempestuosa, se sacó
De cada profundidad de lo bueno y lo malo
El misterio que todavía me ata:
Del torrente, o la fuente,
Del risco rojo de la montaña,
Del sol que giraba alrededor de mí
En su otoño teñido de oro,
Del rayo en el cielo
Cuando pasaba volando cerca de mí,
Del trueno y la tormenta,
Y la nube que tomó la forma
(Cuando el resto del cielo era azul)
De un demonio ante mi vista.

Bien, la canción para hoy fue por mucho tiempo mi canción favorita. Uso el pasado porque ya no creo tener una en particular, cada una tiene sus propios matices y sensaciones. Traigo de nuevo a esta gran banda llamada Anathema, ya en un post anterior usé una de sus canciones. En este caso presento un tema titulado "Regret" del album "Alternative 4". Tiene subtitulos en español, para seguir su mensaje; de hecho, estoy empezando a actualizar los post anteriores con videos subtitulados. En este caso no la dedico a nadie, o tal vez a todos, o tal vez a mis miles de noches...



Al final un poema de Emily Dickinson, alguien de quien ya presenté un poema antes, es una casualidad encontrarlo aquí, más aún cuando lleva casi el mismo nombre del post, lo dejo completo pues es bastante bueno. Creo que podría dedicarlo a alguien que ha hecho un pacto con la vida, soledad en medio de la compañia, sufrimiento a cambio de ella.

Podría estar más sola sin mi soledad

Podría estar más sola sin mi soledad,
tan habituada estoy a mi destino,
tal vez la otra paz,
podría interrumpir la oscuridad
y llenar el pequeño cuarto,
demasiado exiguo en su medida
para contener el sacramento de él,
no estoy habituada a la esperanza,
podría entrometerse en su dulce ostentación,
violar el lugar ordenado para el sufrimiento,
sería más fácil fallecer con la tierra a la vista,
que conquistar mi azul península,
perecer de deleite

Emily Dickinson


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sábado, 19 de septiembre de 2009

Llega el otoño

Al fin llega de nuevo mi estación favorita, cada día salgo a mi balcón a buscar el refrescante aliento que traen todas las mañanas de esta época.

Todos los elementos circundantes se unen bajo el mismo concepto, danzan la misma melodía. Las vestiduras de todas las almas a mi alrededor empiezan a cambiar de forma y color, las aves, los árboles, las personas, todas se visten de forma adecuada para la ocasión, todos comienzan a prepararse para entrar en la fase de decadencia de este ciclo infinito. Una imagen ocre se hace la constante tanto en las alturas, como en la tierra. Los plumajes se oscurecen para adquirir la poca luz que pueda traspasar ese cielo vestido de gris sin final. Las almas caminantes se recogen sobre sí mismas, bajo sus nuevas y oscuras capas abrazan los últimos vestigios de calor que puedan quedar en sus cuerpos, no los desean dejar ir.

Las noches se hacen cada vez más largas, los días cada vez más cortos, y los pocos rayos de luz que caen sobre la tierra no alcanzan a evaporar las lágrimas de los días o noches anteriores, lágrimas que intentan revivir aquello que ya está condenado.

Llega el otoño, al fin puedo vivir en mi propio ser esa sensación que ha inspirado a tantos autores, a quienes sigo con especial devoción desde los primeros años de mi juventud. Algunos sonidos, poemas y cantos, que invitan a terminar con las existencias vacías, aquellas que sufren de sí mismas.

Algunas ideas vienen a mí, se remiten a una simple evocación de la muerte en el aire, cuando se camina por las calles que empiezan a sentirse oscuras, frías y solitarias, sencillamente huele a la muerte de esos vetustos seres que acompañan a los que recorren estos pasajes. Sus pequeños, otrora coloridos y vivos miembros, caen abatidos sin ningún remedio ante las acometidas de un viento gélido, que se lanza sin piedad frente a sus débiles y moribundas rivales. Al final, después de tan desigual batalla no quedan más que los recuerdos de la vida que allí existió, que hoy empieza a recogerse en pequeños montones muertos en los rincones, como deseando reclamar una luz de la que hasta hace muy poco se nutrían y brillaban.

Definitivamente me gusta esta época.

Al escribir esto recuerdo un libro que leí hace algunos años, llamado "Veronika decide morir" de Paulo Coelho, particularmente no me gustan los libros de este autor, de hecho los critico bastante. Sin embargo este tenía algo que me resultó interesante, su trama de desenvuelve en un "asilo" psiquiátrico, a donde llevan a su protagonista, Veronika, quien ha deicidido terminar su vida. En ciertos pasajes del libro, se describe de una forma muy tranquila la mente de algunos de los internos. Lo traigo al tema porque recuerdo particularmente la siguiente frase

"...Hace frío, pero es una bonita mañana —dijo Zedka—. Es curioso, pero mi depresión nunca aparecía en días como éste, nublados, grises, fríos. Cuando el tiempo estaba así, yo sentía que la naturaleza estaba de acuerdo conmigo, mostraba mi alma. Por otro lado, cuando aparecía el sol, los niños empezaban a jugar por las calles y todos estaban contentos con la belleza del día, yo me sentía muy infeliz. Como si fuera injusto que toda aquella exuberancia se mostrara y yo no pudiera participar..."

Hace algún tiempo, alguien muy cercano a mí me describió brevemente su experiencia en una institución de este tipo, ojalá si esa persona lee este escrito, se anime a leer el libro, tal vez se encuentre allí...Se puede descargar aquí

Creo sin lugar a dudas, que en esta oportunidad el escrito sí puede resultar sombrío para algunas personas. Para completarlo, el día de hoy traigo dos canciones realmente buenas. La primera de ellas es de un músico francés realmente fantástico, en varias oportunidades ha hecho la banda sonora de algunas películas, tal vez la más conocida de ellas fue "Le fabuleux destin d'amélie poulain", valga la oportunidad para decir que es una de mis favoritas. En este caso traigo una canción llamada "Monochrome", me di a la tarea de subir una versión con subtítulos en español, la letra es muy buena y creo que lo amerita. Me gustaría dedicarla a alguien, pero en esta oportunidad prefiero dejar el tema abierto, supongo que alguien se identificará con ella en algún sentido, al menos yo sí lo hago...



La segunda es una obra excelente de una de mis bandas favoritas. Saturnus es una banda sueca, a mi juicio una de las mejores dentro del death-doom. Por supuesto, no puede estar muy lejos del carácter del post de hoy, cargado de una atmósfera un poco más suave. La canción se titula "For your demons" del album "For The Loveless Lonely Nights". En realidad me encanta, tal vez si me animo, subo una versión con subtítulos en Español. Esta sí me gustaría dedicarla a todas aquellas personas que se encuentran en noches eternas, cuando caen estas se ven acechados por sus demonios, el sonido del oscuro silencio, de la ausencia de todo, y finalmente por sus miedos...

"...Esta canción es por los demonios
que me cazaron en esas noches solitarias y sin amor
Y por las sombras que tiñeron mi alma
Por los ecos de mi pérdida
Esta canción es por mi perdón
Por la tristeza que clavaste en mi corazón
Por el camino que queda por delante
Con miedo y esperanza, pérdida y salvación..."

Ah! lo olvidaba, feliz día del amor y la mistad, si es que acaso alguien tiene el coraje de celebrarlo.



For Your Demons...
Saturnus.

Did you fall into that raven night
With sigh and woe and lonely path ?

This song is for the demons
That haunted you in those loveless lonely nights
And for the shadows that stained your soul
For the echoes of your loss
This song is for your forgiveness
For the sadness I knifed in your heart
For the road that lies ahead
With fear and hope, loss and salvation

Did you wake with a sigh and not a smile, did you ?
Did you hear the ravens woe in this exaulted night ?
This very night

This song is for the demons
That haunted me in those loveless lonely nights
And for the shadows that stained my soul
For the echoes of my loss
This song is for my forgiveness
For the sadness you knifed in my heart
For the road that lies ahead
With fear and hope, loss and salvation


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domingo, 6 de septiembre de 2009

...hasta el cuello

Estoy de pocas palabras en los últimos días. Hay algunos temas que quisiera tratar pero finalmente no me decido a hacerlo. Sin embargo no quiero dejar abandonado el blog por completo, así que sólo hago un pequeño comentario en día de hoy.

Hace algunos días alguien quien leía uno de mis post, me dijo que había abandonado la lectura debido a que le parecía demasiado "sombrío". Pues bien, tal vez tiene razón, muchos de mis post son sombríos como dice esta persona. Sin embargo trato de cumplir un objetivo con ellos, no es precisamente aquel de infundir desesperanza o algo similar, de hecho es todo lo contrario. Cuando expongo algunos temas, busco reflexionar un poco al respecto, y en la misma medida que quien los lea también lo haga. Voy a usar una frase un poco fuerte pero muy diciente que leí hace poco, decía algo como:

"estamos en un estanque con la mierda hasta el cuello, y lo único que nos preocupa es que nuestro vecino pueda llegar a hacer una ola".

Hago un llamado a esta frase porque el objetivo de muchos de mis post es precisamente ese, dejar de pensar en la ola del vecino, y concentrarnos en salir del lugar donde nos encontramos. Hace algunos día leía la novela "El país de la canela" de William Ospina (lo recomiendo muchísimo), en medio de la lectura, me encontré con una frase que me sacó de la tranquilidad con que leía en ese momento, está un poco asociada con lo que he dicho aquí.

"...Dijeron que aunque los árboles no ríen, nadie puede decir que están tristes. Que tal vez los árboles sólo están meditando, y rememoran las lunas que han visto, o los cuentos que susurra el viento en las ramas, o los recuerdos de los muertos..."

"...No es triste la selva cuando se oscurece, ni el jaguar cuando ruge, ni la llama cuando mira la blancura de las montañas..."

Como siempre juzgamos, miramos a los demás desde nuestra óptica, por lo general superficial, no tenemos ni la más lejana idea de que hay dentro de ellos, sólo con nuestra mirada no es posible acertar a afirmar qué es lo que encierra el corazón de un ser humano. Del mismo modo que el poeta dice: "nadie puede decir que están tristes... tal vez rememoran los recuerdos de sus muertos..."

Bueno, por ahora quiero dejar un poema maravilloso que leí hace tiempo y quería traer aquí, es de una poetiza norteamericana llamada Emily Dickinson. Lleva por título "cada pesar que me encuentro mido". La verdad cuando lo leí por primera vez me maravilló la sensibilidad expresada por su autora, que es capaz de ver que su sufirmiento no es único, que lo llevan todos bajo sí mismos, y lo mide, escruta dentro de esos seres atormentados el tamaño de sus miserias, las compara tal vez con la febril ilusión de mitigar las suyas propias. Realmente me llegan este tipo de poemas, es un escrito verdaderamente humano. Cargado de sentimiento, de miseria, de egoismo y de compasión, los adornos que llevamos a nuestras espaldas.

Cada pesar que me encuentro mido

Cada pesar que me encuentro mido
con ojos atentos y escrutadores...
Me pregunto si pesa como el mío
o si su tamaño es más llevadero.

Me pregunto si lo aguantan de largo
o bien si justo acaba de comenzar;
la fecha del mío no puedo decir...
como un dolor tan añejo es sentido.

Me pregunto si les dolerá vivir,
si por seguir en pie han de afanarse
y si elegir les fuera permitido
acaso no preferirían morir.

Noto que algunos, con harta paciencia,
al cabo restablecen su sonrisa...
imitando a una de esas lámparas
con una pizca de aceite provistas.

Me pregunto si al irse acumulando
los años...unos miles...sobre el dolor
que temprano les hiriera, tal lapso
pueda procurarles algún remedio.

O si aún continuarán padeciendo
a lo largo de siglos de coraje,
iluminados hasta un sufrimiento
comparado con el amor más grande.

Multitud son los afligidos, dicen,
multitud son las causas y variadas,
la muerte tan sólo es una y sucede
de repente y sólo clava los ojos.

Hay el penar de escasez o de frío,
hay eso que llaman “desesperanza”,
hay el destierro de ojos naturales
privados de ver el aire natural.

Y si bien su especie con exactitud
sea incapaz de precisar, aun así,
un vivo consuelo me proporciona
marchar de paseo por el calvario.

En los modelitos de cruz fijarme
y ver cuales son las que más se llevan,
fascinada mucho más al sospechar
que algunas son réplicas de la mía.

Emily Dickinson.

Para escuchar dejo una verdadera joya, de nuevo presento algo de Pink Floyd, en este caso del album "The Wall", la canción se titula "Hey you". Conseguí un video con subtitulos en español y con imágenes de la película que lleva el mismo nombre del álbum. De esta canción podría decir mil cosas, pero ella habla por sí sola, quiero como en la mayoría de las ocasiones, invitar a luchar...
mientras el bosque está en llamas, no nos podemos detener a observar la belleza del paisaje que aún no se quema...




Hey you

Hey you, out there in the cold
Getting lonely, getting old
Can you feel me?
Hey you, standing in the aisles
With itchy feet and fading smiles
Can you feel me?
Hey you, dont help them to bury the light
Dont give in without a fight.

Hey you, out there on your own
Sitting naked by the phone
Would you touch me?
Hey you, with you ear against the wall
Waiting for someone to call out
Would you touch me?
Hey you, would you help me to carry the stone?
Open your heart, Im coming home.

But it was only fantasy.
The wall was too high,
As you can see.
No matter how he tried,
He could not break free.
And the worms ate into his brain.

Hey you, standing in the road
Always doing what youre told,
Can you help me?
Hey you, out there beyond the wall,
Breaking bottles in the hall,
Can you help me?
Hey you, don't tell me theres no hope at all
Together we stand, divided we fall.

Tambien quiero aprovechar para dejar otra canción que una buena amiga me recomendó hace poco, la verdad no la conocía. Se trata de una banda colombiana, de Armenia para ser más exactos, la letra de la canción también fue tiltada de "oscura" por otra persona. La banda se llama Akash y la canción se titula "Una sonrisa al atardecer".




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sábado, 22 de agosto de 2009

Puedo escribir los versos más tristes esta noche

El día de hoy me encontré con algo que no leía hace ya algún tiempo. Es un poema bastante conocido de Pablo Neruda, algo triste como su nombre lo indica, pero al final bello. Las palabras sobran en esta oportunidad...

Puedo escribir los versos más tristes esta noche

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo : 'La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos'.
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda.

Definitivamente, entre más lo leo, más me gusta. Bien, dejo el audio del mismo poema por si acaso alguien quiere escucharlo. Como siempre me gustaría conocer sus opiniones.



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domingo, 16 de agosto de 2009

Miedo...

Pasada ya la fase de augurios y deseos para algunos de mis seres queridos, retorno nuevamente a mi foso iconoclasta. El día de hoy quiero tocar un tema bastante sensible a mi juicio, dado que gracias a él vivimos o morimos, aceptamos el patíbulo o huimos de él: EL MIEDO. Ya en un post anterior mencioné este término, el que acuñé bajo la frase "interminable combustible del sufrimiento humano".

Darwin en "El Origen del hombre" describía el miedo como una sensación idéntica en el hombre que en cualquier otra especie, incluso en las inferiores

"...obra sobre ellos el terror como sobre nosotros; causa en ambos temblor en los músculos, palpitaciones en el corazón, una relajación en los esfínteres y el erizamiento de los pelos..."

Bueno, no es necesario hacer una cita a Darwin para saber que el miedo subyace en todos como un instinto natural, al igual que en cualquier animal con un mínimo de inteligencia, y actúa de la misma forma, tal como describe la observación anterior. Todos hemos sentido el pánico ante el más mínimo indicio de riezgo de nuestras vidas, o cualquier hecho que pueda afectar nuestro bienestar. Se disparan las alarmas y todo un conjunto de acciones físicas comienzan a ejecutarse dentro de cada uno.

Pero este miedo es fácil, es visceral, se siente sobre la piel y debajo de ella, ese no me interesa, no tengo duda de su existencia, ni sus objetivos ni de sus motivos, el que realmente me interesa es el otro miedo, el creado por nuestra mente. No aquel que se siente bajo la amenaza sino el surgido en respuesta a la incomodidad que implican situaciones de nuestra vida.

Hay un tipo de miedo que me genera bastante curiosidad y es aquel que ha sido impuesto por las religiones. Para aquellos que hemos crecido bajo la influencia de las religiones occidentales es natural encontrarnos con un miedo infundido o proveniente de ellas, al final, una creencia fundamentada en un concepto como el "pecado" que debe ser pagado tarde o temprano, definitivamente tiene que terminar por minar la psique de generaciones enteras. En lo personal no concibo una fe que proponga un concepto de tales características solo con el propósito de temer, basar una fe en el miedo no es realmente algo lógico, claro funciona a la perfección, pues explotar los miedos humanos es realmente sencillo.

"...se haría imposible la tranquilidad de la contemplación y la impresión de lo sublime se perdería dejando paso al miedo, en el que el afán del individuo por salvarse desbancaría cualquier otro pensamiento..."

En miedo más frecuente, aparte del instintivo claro, es algo a lo que podría llamar el "miedo social", que es aquel que impulsa a las personas a tomar o no acciones de acuerdo con la presión que ejerce su entorno sobre ellas. En realidad, el temor al rechazo social o a los designios sociales creo que definen en mayor medida la forma de actuar de las personas. Sus pequeños grupos, familiares, laborales, etc., determinan la forma de tomar decisiones, hasta el grado
de olvidar los deseos individuales, por rendirse ante los deseos del colectivo.

El señor Nietzsche describe este comportamiento en una magnífica metáfora llamada "el mártir a las malas"

"Había en un partido un hombre tan miedoso y cobarde que nunca se atrevía a contradecir a sus camaradas; éstos le utilizaban para todo y no había cosa que no consiguieran de él, pues le tenía más miedo a lo que pensaban sus camaradas que a la muerte: era un pobre de espíritu. Aunque su cobardía le hacía decir siempre "no" interiormente, sus labios decían siempre "sí"...hasta el cadalso, cuando murió por las ideas de su partido. Ello fue gracias a que tenía al lado un camarada que le dominaba con palabras y miradas, hasta el extremo que soportó la muerte con ánimo y acabó pasando a la posteridad como un mártir y como un hombre de gran carácter"

Vaya historia la que nos trae el gran Nietzsche, un hombre capaz de llevar hasta la muerte la mentira de una idea, cuando en realidad no era la suya, sólo la máscara impuesta por los demás.

Conozco muchas personas capaces de hacer eso, de renunciar a sus propias vidas por llevar siempre la máscara de las ideas ajenas. Son mártires perfectos, sufren por otros, se juzgan de una forma tan implacable que Dante se ha quedado corto al describir sus infiernos. Pero el mundo realmente desea mártires de la mentira? personalmente no lo creo. Los estimula tal vez, los ensalza, le encantan, pero no los necesita. Buenas esposas, buenos hijos, buenos amigos,... se condenan a sí mismos por satisfacer egos propios y ajenos.

Vivimos en la "sociedad del éxito" donde el fracaso está terminantemente prohibido, donde perdimos el derecho a equivocarnos, y por allí también, el derecho a corregir cualquier error. Debemos ser exitosos, tener posesiones, matrimonios "felices" familias perfectas, carreras perfectas, en resumen sin ninguna posibilidad de error. Zaratustra tiene un párrafo ideal que describe el corazón de este miedo:

"Te enojas, perro de fuego: ¡así, pues, tengo razón en lo que he dicho sobre ti! Y para seguir teniéndola, oye algo de otro perro de fuego: éste habla verdaderamente desde el corazón de la tierra.
Oro sale de su boca al respirar, y lluvia de oro: así lo quiere su corazón. ¡Qué le importan a él la ceniza y el humo y el légamo caliente! La risa sale revoloteando de él como una nube multicolor; ¡desdeña el gargareo y los escupitajos y el retortijón de tus entrañas!
Pero el oro y la risa - los toma del corazón de la tierra: pues, para que lo sepas, - el corazón de la tierra es de oro."

He allí una buena razón para el miedo social, perder su abrigo, su comodidad, sus lujos, su posición, quién en sus cabales renunciaría a una posición social privilegiada a cambio de la sublime pero etérea libertad? muy pocos, me atrevería a afirmar... por ello, el corazón del mundo es de oro.

Ahora, hay un tipo de miedo, que no conocía hasta hace muy poco, el miedo a ser felices, o al menos a intentarlo. Personas que cuando se enfrentan a la posibilidad de encontrar un camino menos tortuoso para sus vidas escogen el más difícil. Bueno, en parte porque el más difícil es el "correcto" según sus medios sociales, pero al fin una gran contradicción.

Creo que al final de la historia el único miedo que existe es el miedo al cambio, a enfrentar las situaciones nuevas, sean buenas o malas, al fracaso, al error, a estar solos, a salir de todo aquello a lo que estamos acostumbrados por muy difícil que sea. La comodidad es algo que todos buscamos, y salir de esa comodidad definitivamente nos aterra. Es extraño encontrar seres humanos que se sienten cómodos en el sufrimiento, en la autodestrucción, la desesperanza o lo que sea el círculo vicioso en que nos encontremos; aún en esas circunstancias el miedo nos invade e irremediablemente terminaremos optando por aquello que nos resulta conocido, aquello que hemos aprendido. Alguien me decía hace poco "somos lo que hemos aprendido" y si crecimos teniendo miedo, viviremos en medio de él, a menos que deseemos cambiarlo, claro.

En cierta oportunidad escribí un poema para alguien donde describía mis miedos, con la esperanza de dar a conocer algunos de mis más profundos sentimientos, creo que a un hombre se le conoce por sus miedos y por los motivos de su risa. De nuevo Nietzsche nos proporciona una idea de uno de los más grandes temores del hombre, el cual acepto que en este momento forma parte de los míos, obliga a más de una persona a ceder antes de tener enfrentarse con la realidad de un inminente nihilismo:

"El miedo profundo y suspicaz a un pesimismo incurable es lo que constriñe a milenios enteros a aferrarse con los dientes a una interpretación religiosa de la existencia: el miedo propio de aquel instinto que atisba que cabría apoderarse de la verdad demasiado prematuramente"

Como no todo puede ser malo y gracias a la necedad de Pandora, siempre debe existir una esperanza, encontré un texto que describe un tipo de miedo que quien lo ha sentido puede dar cuenta de tan maravillosa sensación, el miedo que infunde el encuentro, el temblor que produce la emoción de la pasión, del deseo. García Márquez lo introduce con magistral belleza

"...Meme lo esperaba, desnuda y temblando de amor entre los alacranes y las mariposas, como lo había hecho casi todas las noches de los últimos meses..."

El final de esa historia lo dejo para quien desee saber un poco más. Quienquiera que haya leído "Cien años de soledad" recordará a que parte de la historia pertenece. Ojalá fuera el único miedo que habita dentro de un ser humano.

En fin, el miedo nos domina, determina nuestras posiciones, decisiones y futuro, un futuro que está en blanco pero algunos insisten en creer que ya está escrito a base de sus propios temores. El miedo seguirá siendo un combustible inagotable del sufrimiento, no en vano se encuentra en el medio de la rueda de la vida, alimentando los otros motores del sufrimiento. Hasta cuándo?

Sencillamente hasta que decidamos tomar las riendas de nuestras vidas, sus riesgos, y sus consecuencias. Aquellos que permiten que sus vidas decidan por ellos, definitivamente están condenados a agachar la cabeza y aceptarlo todo.

Hasta cuándo, tal vez esa pregunta se encuentre en la mayoría de las entradas de este blog, sencillamente porque la respuesta a esta pregunta siempre está allí, pero desafortunadamente siempre tiene que permanecer abierta, hasta que todos la cerremos por completo.

El poema que presento a continuación, lo envié en cierta oportunidad a alguien cuya constante en la vida ha sido el miedo. Miedo al fracaso, a la soledad y muy particularmente a la felicidad. Creo que no hay mejor forma de resumir lo dicho en este post.

Miedo a la vida

Tengo miedo, Señor, pero no de la noche,
tampoco de la sombra, menos de la tiniebla;
es miedo de la aurora —refulgente derroche—
como miedo del mundo, cuando el mundo se puebla.

Tengo miedo, Señor, no por valerme sola
ni por triste aislamiento o apartado retiro,
tengo miedo a la gente, a la imponente ola,
el vaivén de los seres en asfixiante giro.

Tengo miedo, Señor, de enfrentarme a la vida
con tantas exigencias, compromisos, deberes;
de no cumplir Contigo, no ser agradecida,
dejándome llevar de errados procederes.
Y temiendo en el día naturales contiendas,
te ruego: oye mi voz para que me defiendas.

Marilina Rébora

Bien, como siempre algo de música para alimentar corazones. En esta oportunidad traigo un tema de Tiziano Ferro, un artista italiano con un tema llamado "el miedo no existe", un tema maravilloso que como casi siempre dedico a aquellos que ven al miedo como el motor de sus vidas. La versión en italiano (La Paura Non Esiste) es excelente, para quien desee escucharla, en verdad la recomiendo (se encuentra en la radio del blog).

El miedo no existe



Dice:
"y cuando nada y cuando nadie ya te ofende
es el momento en el que verdaderamente
eres tú por lo que eres
y mirándote te quieres..."

Para completar esta entrada otra canción que me encanta, la hacen los "Héroes del silecio". Una buena pieza en donde se describe la realidad humana, las decisiones las tomamos NOSOTROS, nadie más.



Oración

Pierdo el tiempo pensando en lo esencial
que a veces dejo pasar.
¡Cuántos instantes he ignorado ya
capaces de haberme cambiado!

Y no hay oración
capaz de decidir por mí.
¡Oh, señor!, no queda otra opción
y jamás me vuelvo a arrepentir.

Siempre hay una disyuntiva
ante la cual siempre hay que elegir,
no queda otra alternativa
rápidamente hay que decidir.

Y no hay oración
capaz de decidir por mí.
¡Oh, señor!, no queda otra opción
y jamás me vuelvo a arrepentir.

Y no hay oración
capaz de decidir por mí.
¡Oh, señor!, no queda otra opción
y jamás me vuelvo a arrepentir ...

Otra... una bien romántica


Pdta: Estos post salen como notas en el facebook, el post original se encuentra aquí.