El día de hoy quiero dejar a su vista uno de mis poemas favoritos, se titula "Soberbia" del poeta colombiano Porfirio Barba-Jacob. Sólo hay dos poemas que sé de memoria, este es uno de ellos.
SOBERBIA
Le pedí un sublime canto que endulzara
mi rudo, monótono y áspero vivir.
Él me dio una alondra de rima encantada...
¡Yo quería mil!
Le pedí un ejemplo del ritmo seguro
con que yo pudiera gobernar mi afán.
Me dio un arroyuelo, murmullo nocturno...
¡Yo quería un mar!
Le pedí una hoguera de ardor nunca extinto,
para que a mis sueños prestase calor.
Me dio una luciérnaga de menguado brillo...
¡Yo quería un sol!
Qué vana es la vida, qué inútil mi impulso,
y el verdor edénico, y el azul Abril...
¡Oh sórdido guía del viaje nocturno!
¡Yo quiero morir!
Barba-Jacob
En cuanto a una canción para hoy... he pensado en muchas, hace un par de días me encontré con una que no escuchaba hace muchísimo tiempo, es una verdadera joya de la música latinoamericana. LLeva por nombre "Canción de las simples cosas", y ha sido interpretado por varias personas, entre ellas Mercedez Sosa, quien la hizo muy popular. De todas las versiones que he visto, la versión que presento la hace Juan Fernando Velasco, un artista ecuatoriano que ha hecho adaptaciones excelentes de la música popular latinoamericana. Como siempre, espero les guste y me den sus opiniones al respecto
Creo que esta canción necesita de un comentario extra, definitivamente no pienso que el amor sea simple, o al menos no de la forma en que lo vivimos. Sin embargo hay algo que dice esa frase que sí es absolutamente cierto, sea simple o no, "lo devora el tiempo...". El tiempo, ese monstruo maravilloso que todo lo destroza, que todo lo cura, que todo lo borra; pero que contrario a nuestras creencias, todo lo trae de nuevo, de la misma forma que el monstruo de la impermanencia hace girar la rueda de la vida y la muerte entre sus garras y fauces. A esto supongo que dedicaré un post futuro. Por ahora dejo también la versión de Mercedez Sosa, que tiene una carga emocional más alta que las otras.
Pdta: Estos post salen como notas en el facebook, el post original se encuentra aquí
Es duro aceptar que las cosas simples las devora el tiempo, que uno las pierde sin percepción, y cuando sientes que tu alegria se ha ido, es que se han ido ellas. Que nuestro impulso es siempre regresar al lugar donde las tuvo, esperando que esten alli, pero eso no es cierto, el tiempo se las ha llevado y solo las devolvera un nuevo aire...pero nunca sera igual. Cuando uno pierde esa alegria es cuando empieza a desear cosas como las del poema de Barba Jacob, y nunca esta satisfecho, es que faltan las pequeñas cosas.
ResponderEliminarSi nn, el poema describe nuestra actitud corriente, la del necio. Aquel que busca alimentarse de todo y de todos. Llena su vida de apegos y anhelos, de los que sólo producen desdichas.
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